Lo primero que debes hacer como es lógico es descolgar el cabezal de la pared. Lo colocas en una zona donde no te importe ensuciar mucho, pues generaremos polvo, gotitas de pintura y olores; una terraza o balcón sería un sitio ideal. Si el cabezal dispone de elementos no metálicos tipo bolitas de madera o elementos en otro color que no desees cambiar de color, deberás intentar desmontarlos si es posible o taparlos con cinta de pintor concienzudamente si no fuera posible.
Una vez adecuada la zona de trabajo, lo que debes hacer en primer lugar es lijar toda la superficie el cabezal y una vez lijada aplicar una capa de esmalte compatible (puedes preguntar en cualquier tienda y te asesorarán del tipo de esmalte que mejor le pueda ir).
Una vez aplicada la capa de esmalte, deberás dejar que la pieza seque bien.
Para finalizar tendrás que darle dos capas con pintura (en la tienda te asesorarán también dependiedo del tipo de material). Puedes cambiar tonalidades antagónicas como es de negro a blanco como comentas, sin ningún problema.
Un saludo,
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